El Salamanca UDS no dejó de pelear contra viento y marea, pero el Celta de Vigo demostró ser mejor. No hubo más. La diferencia de nivel rompió el partido y a los cinco minutos el 0-1 estuvo en el marcador. Una diferencia que aumentó hasta el 0-3 al descanso. Tras este, otros cuatro goles -más otro anulado- en la segunda parte acabaron imponiendo el 0-7 en el campo.
Los sueños están para imaginar cosas sin tener que pedir permiso. La capacidad de inventar futuros y metas permiten aumentar los deseos y las ganas de ir tachando objetivos de la lista. Sin embargo, la vida se empeña en demostrar muchas veces que no hace falta cumplirlos para sacar una enseñanza o dar pasos adelante.
Esa fue la historia del Salamanca UDS este martes. La Copa del Rey volvía al estadio Helmántico años después y lo hacía a lo grande: un Primera División pisaba el césped del feudo. El Celta de Vigo atrajo de nuevo el foco y la grada dejó una imagen para el recuerdo. Eso sí, fueron cinco los minutos que aguantó el equipo ante los olívicos.
Un error de Caramelo al tratar de despejar un balón obligó a Jonvi a tener que salir para achichar espacios, tocó el balón y el rechace le cayó a un Ristic que solo tuvo que empujarla. El gol no bajó el ánimo ni de la grada ni de los jugadores locales, que lo intentaron en todo momento.
El Salamanca UDS no perdió la cara al partido y buscó meterse en campo rival, teniendo incluso acciones como un centro de Juancho que atrapó Villar o un robo en el área rival por parte de Caramelo. Acciones que se contrarrestaron fácil desde el lado rival.
Los vigueses dejaron a los blanquinegros creer que tenían el control e incluso concedieron un disparo de Murua que se fue fuera por muy poco. Pero al salir al contraataque rompieron en pedazos la defensa salmantina.
En el 28' lo demostró Alfon al romper a la espalda de Souley, regatearlo después en el área y picársela a Jonvi. Afortunadamente el balón no entró. Eso sí, la zaga celtista tampoco fue la mejor y tuvo errores.
Los locales creyeron por momentos poder hacer algo, pero en el 35' se acabaron las dudas. Jonvi salió en un centro al primer palo de Durán para Alfon y tocó al delantero. Pena máxima que convirtió Sotelo. No quedó ahí la cosa. El Celta acabó marcando el tercer a dos minutos del descanso. Alfon ganó un balón en la banda a Amaro, centró y Swedberg se la puso a Durán para el 0-3.
El sueño se convirtió en pesadilla por momentos. El segundo tiempo acabó de romper al Salamanca UDS. El equipo dio la cara, peleó y trató de estar volcado al ataque. Tanto que acabó pagándolo.
Con los de Jehu buscando un gol que maquillase el marcador el Celta corrió y demostrar estar cómodo de más con ese rol. En el 64' aprovecharon una transición para el 0-4 de Allende. Y tres minutos después apareció el 0-5 del pie de Carlos Domínguez. Parecía todo hecho con la manita, pero llegaron otros dos más. No había nada que hacer y el Celta se divirtió. Los celestes hicieron sangre.
A falta de doce minutos llegó el sexto de la noche por parte de un Fer López que puso su sello en el Helmántico. El joven futbolista anotó el 0-6 y también el 0-7 en el 88'. Un arreón final que acabó de romper el marcador.
Pese a todo, el Salamanca UDS cerró la noche con la sensación de volver a enganchar a aficionados y de tener una visita especial. Esas que aunque causan cierto daño dejan una bonita sensación de que, para llegar a ellas, algo se hizo bien antes.
