CRIS Cáncer, los lazos científicos que teje una española en Londres salvan vidas

Lola Manterola cree una fundación gracias a la cual hoy financia proyectos de investigación contra el cácner en 80 centros de 16 países

R.C.G.T
Sábado, 16, Noviembre, 2024
Medicina

Convencida de que solo la cooperación entre científicos de diferentes instituciones y países puede acelerar la investigación, la española Lola Manterola, fundadora de la Fundación CRIS contra el Cáncer, recoge ahora los frutos de más de una década de esfuerzo nacido de su propia experiencia como superviviente.

Con sedes en España, Reino Unido y Francia, la fundación (acrónimo en inglés de Investigación e Innovación en Ciencia del Cáncer) supera ya los 80.000 socios, que le permiten financiar proyectos en unos 80 centros de 16 países.

La labor de CRIS recibió este año un reconocimiento del mayor nivel en el Reino Unido, cuando la Universidad de Londres nombró doctora 'honoris causa' a Manterola, a propuesta del prestigioso Instituto de Investigación del Cáncer (ICR, por sus siglas en inglés).

"La colaboración que fomenta la Fundación tiene el único objetivo de acelerar la investigación (...) porque no hay mejor forma que poner juntos a mentes extraordinarias, a excelentes investigadores de distintos países del mundo, para que puedan trabajar juntos y acelerar estos descubrimientos", dijo a EFE Manterola.

Especial atención dedica CRIS al cáncer infantil, con el foco puesto este año en los tumores cerebrales, "los más letales" en las franjas de edad más tempranas. Manterola explica que, al ser un número reducido de casos respecto a los que se dan entre adultos, ni la industria farmacéutica ni el Estado los consideran una prioridad en sus investigaciones.

Recuerda que estos niños a menudo son tratados con "fármacos más tóxicos que los adultos" y sufren unos efectos secundarios "muchísimo más determinantes en sus vidas que un adulto que ya ha crecido y que ha desarrollado sus órganos".

El mayor empeño de CRIS ha sido siempre precisamente llegar adonde los otros financiadores, como el Estado, no llegan, para lo cual cuentan con una agilidad que es apreciada por los investigadores.

Parte fundamental de la organización son las unidades multidisciplinares que tiene en hospitales públicos en España, en las que muchas veces se atiende a pacientes que no responden a tratamientos convencionales y que buscan un ensayo porque de lo contrario se darían por desahuciados.

"La filantropía está en cada uno de nosotros. En España somos el primer país en donación de órganos, el primer país que cuando hay emergencias dona en el momento. Pero tenemos que (...) apoyar la investigación, todos somos responsables de que esto salga adelante", dice tras recordar que el cáncer afectará a una de cada dos personas.

Hablar desde la experiencia

Manterola sabe bien de lo que habla. Ella sufrió el golpe súbito de la enfermedad con 37 años. Un caso raro, mieloma múltiple, que se presentó sin avisar. "Yo era una madre trabajadora, joven, y me sentía muy cansada. Al final fui al médico después de mucho tiempo y me diagnosticaron un cáncer de sangre. Estaba muy avanzado y con un mal pronóstico. De hecho, meses de esperanza de vida", recuerda.

Nada podía hacerle sospechar que algo similar le iba a ocurrir: era deportista, comía saludable, no tenía antecedentes familiares... ningún factor de riesgo que la hubiese alertado. "Recibí los tratamientos convencionales y no acabaron de curar el cáncer. Entonces me metieron en un ensayo clínico que me devolvió la vida. En ese momento, te das cuenta de la importancia que tienen los ensayos y la investigación contra el cáncer", recuerda.

Con la vital e incansable ayuda de su marido, Diego Megía, pudo superar su dolencia y poner en pie una fundación "para dar la misma oportunidad que tuve yo a otros pacientes de cáncer".

Manterola se muestra convencida de que los avances médicos y tecnológicos permitirán en un futuro acabar con el cáncer, para lo cual hará falta mucha financiación, pero mientras eso sucede, la presidenta de CRIS en el Reino Unido, Marta Brime, aboga por centrarse en la prevención.

"Los recursos no son infinitos y obviamente hay que distribuirlos. Y parece que a veces la prevención no está en una de las prioridades, pero si le diéramos más importancia, igual después no tendríamos que actuar con tratamientos más caros y que a veces, lamentablemente, llegan tarde", asegura Brime, que ocupa esa posición desde mayo. 

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