El Pucela vuelve a quedarse a medias

El gol de Guruzeta (1-1) en el añadido deja a los de Paulo Pezzolano con la miel en los labios y sin saborear una victoria en casa desde la primera jornada

Alejandro De Grado Viña
Domingo, 10, Noviembre, 2024
Fútbol

El Real Valladolid empató (1-1) ante el Athletic Club en el José Zorrilla en un partido que tuvo en sus manos hasta el minuto 94. Un tanto de Guruzeta, que entró en la segunda mitad, dio un punto a los de Ernesto Valverde, que ya veía que se iba de vacío de la capital del Pisuerga. Los de Paulo Pezzolano, por su parte, se adelantaron con un gran gol de Raúl Moro de cabeza que desató la locura de las más de 23.000 personas que presenciaron en directo el choque, la mejor entrada que registró el feudo blanquivioleta en lo que llevamos de temporada.

DECENTE PUESTA EN ESCENA CON UNA ALINEACIÓN DIFERENTE

El Pucela sabía que sus rivales más directos habían ganado. Esas ganas por volver a sumar tres puntos se manifestaron en los primeros compases del partido con dos córners a su favor consecutivos y con una parada incluida de Agirrezabala al cabezazo de Juma, que formaba parte, de nuevo, del once inicial. Este último presentaba varias novedades, sobre todo en el medio del campo donde ni Amallah, ni Mario Martín y ni Cömert fueron de la partida. 

Con el paso de los minutos, parecía salirle bien esa apuesta a Pezzolano, que vio otra intervención de Agirrezabala, esta vez más clara, en un remate a bocajarro de Lucas Rosa tras un centro de Raúl Moro, que partía, en esta ocasión, por la banda derecha en lugar de por izquierda, como era de costumbre. Los sustos de los blanquivioletas no se tradujeron en goles, por lo que el Athletic empezó a encontrar esa pausa que necesitaba para ir enderezando, poco a poco, el rumbo.

De hecho, un mano a mano fallado por Nico Williams y un disparo lejano de Beñat Prados advertían a los locales, que veían que la balanza, por calidad y potencial, se iba decantando hacia los leones. Como ni uno ni otro estaban acertando en esos últimos metros, el Pucela utilizó las transiciones para hacer daño. En una de ellas, cogió el balón Raúl Moto, arrancó la 'moto' y tuvieron que pararle, el propio Prados, con falta.

Cordero Vega, que estaba claro que alguna iba a liar, expulsó al centrocampista rojiblanco por su dura entrada, similar a la de Mario Martín en Balaídos con una principal diferencia: en una se enseñó, finalmente, la roja y, en la otra, la de este domingo, fue el VAR el que pidió a Vega que rectificara, como hizo. Al descanso, los aficionados pitaron al colegiado, aunque ya habían hecho lo propio en el minuto 12 en contra del presidente, Ronaldo Nazário, que, de nuevo, y no sé cuántas veces van ya, no estaba en el palco.

GUION DE PARTIDO CON MAZAZO FINAL

Valverde se cargó al descanso a todo su centro del campo, más por las tarjetas amarillas vistas que por las prestaciones, y quiso revolucionar el partido, ya que su equipo seguía bastante espeso para lo que suele generar en ataque en la competición. Por ejemplo, al Real Betis le asedió y solo consiguió un punto, insuficiente para todas las ocasiones que tuvo durante el partido. 

El Real Valladolid seguía metido en el mismo, pero no convencía el plan que estaba llevando a cabo su entrenador, que prefirió meter una línea de cinco que, aunque parezca mentira, puede ser una de las soluciones si no apuesta por Cömert, al que solo su cabezonería le ve como titular. Los visitantes subieron, mínimamente, su intensidad hasta los cambios del Pucela que podrían haber supuesto un antes y un después.

La entrada de Marcos André y, sobre todo, la de Iván Sánchez dieron otra energía a los blanquivioletas que, por momentos, parecía estar más cerca de la victoria que del empate. Una ocasión clarísima de Guruzeta, con un remate pegado al palo, podría haber dado el respiro que demandaba el Athletic porque quería más de lo poco que estaba ofreciendo. Fue, concretamente, en esos minutos de aparente dominio leonés cuando el Pucela se adelantó en el marcador. Un gran centro de Iván Sánchez, que lo hizo todo bien desde que entró, lo remató de cabeza Raúl Moro al fondo de la red (1-0). El José Zorrilla estallaba de alegría con el tanto del extremo... de lo poco salvable.

Sin embargo, los locales dieron el balón a su rival, se pusieron nerviosos y no supieron gestionar la ventaja. Estos factores provocaron un 'mazazo' que, posiblemente, sea merecido porque el Pucela siempre se queda a mitad de camino cuando debería dar un paso hacia adelante y más en el contexto clasificatorio. El tanto de Gurezeta (1-1), que venía de una falta innecesaria de David Torres y, posteriormente, de unas manos blandas de Hein, igualaba la contienda y empataba un partido que se ha visto tantas y tantas veces en el Real Valladolid que, como siga así, sin ganar o solo empatando cuando está por delante de su rival, no saldrá del pozo ni queriendo.

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