La manera de comenzar el duelo fue un poco el preludio de como iba a ser la primera parte, con tres pérdidas en las tres primeras jugadas repartidas entre los dos equipos. El acierto exterior de Erjavec contrarrestaba las dos faltas tempranas de Ezeigbo, aunque por envergadura y kilos no perdía Spar Gran Canaria con la entrada de su reemplazo, James. Con ella, y con una defensa de ayudas que se cerraba rápido contra Koné o en cualquier intento de penetración, topaba Avenida en sus intentos de ir vertical a aro aunque también anotaba desde fuera, con dos triples de Guirantes.
Peleaba bien Fasoula a James, aunque dejar recibir a la cinco cerca del aro penaba porque ahí en cuanto busca el contacto se queda con ventaja, y también la movilidad de Domínguez y Carter permitía abrir un poco los espacios. Un buen pase al lado débil, que aparece poco como recurso, y el acierto desde el tiro libre permitían a Avenida cerrar el cuarto por delante, aunque con renta exigua 23-20.
El trío formado por Fasoula-Jankovic y Herbert-Harrigan se movía bien en acciones de ataque pero no funcionaba igual atrás donde se perdían los duelos 1x1 y había que ajustar sí o sí porque las faltas regalaban tiro libre a Gran Canaria qu,e con el acierto desde la línea, conseguía mantenerse cerca.
Esas penetraciones, con o sin bloqueo hacia la canasta estaban haciendo daño una y otra vez al equipo salmantino y Montañana pedía tiempo muerto a seis del final con 30-26 en el luminoso. Sin acierto Avenida durante varios minutos, fallón el tiro y también con esas pérdidas en el pase que le penalizan una y otra vez, veía como Spar Gran Canaria seguía sumando hasta alcanzar los 30 puntos (la mitad de tiro libre) y empatar.
El duelo no cogia ritmo, con muchos parones, y Koné rompía la igualdad tras el parcial negativo pero eran situaciones aisladas, oasis en la sucesión de ataques sin apenas elaborar mientras el rival seguía ganando esas situaciones de 1x1 en viajes al aro donde si no sacaba personal, sumaba canasta y falta y así Gretter superaba a Cornelius y ponía por delante al equipo canario, 32-35. Como mal menor, en la última acción del primer tiempo, el balón acabó en las manos de Carter, la más atinada, y cerró con un triple para el 38-37.
Un paso más en actitud, que se vio con claridad en las segundas opciones ganadas al rebote, permitían sumar en los primeros ataques al equipo azulón aunque seguía faltando una marcha y en cuanto elevaba el tono físico el equipo amarillo, reboteaba y corría, sufrían las de Avenida, otra vez castigadas con faltas. Casi en cada ataque y aparecía la desesperación y la técnica a Vilaró. Y así otra vez, cambio de mando en el marcador, 49-50.
Frustración y rabia transmitía el equipo que lo intentaba pero o no le salía o se equivocaba y necesitaba encauzar esos sentimientos porque había tiempo por delante pero la dinámica no favorecía aunque consiguió enlazar una buena defensa con dos ataques y acabar sobre la bocina con la canasta de Jankovic para dejar todo abocado a diez minutos de infarto, 53-53.
Trabajaba Avenida para encontrar a Koné y Gran Canaria, con más acierto, a Erjavec a la que se sumaba Burani con un triple que caía como una auténtica bomba porque cualquier error ahora mismo este equipo lo multiplica por dos y por eso ya sí que se elevaba el nivel de alerta cuando Gran Canaria se iba siete arriba con seis minutos por disputarse. Triple de Harrigan para no acabar de verse en la lona pero es que cada acción era una pesadilla para las azules que seguían remando contracorriente contra marcador y contra el reloj con otro triple de Martín. A 2'16", tras el triple de Guirantes que ponía el 67-68, trataba de dar el último aliento Würzburg. Tenía la opción de empatar, pero no había forma en sendos ataques y Erjavec iba al tiro libre para poner el +4 que practicamente era la puntilla refrendada por Gretter.
