El encuentro de Würzburg se vivió con todo tipo de emociones en la grada y es que un duelo de Euroliga da para mucho. De la ilusión inicial al enfado provocado por las decisiones de la tripleta arbitral, especialmente en el primer tiempo y con más fijación en la postura que tomaba la colegiada turca.
Después cierto desasosiego al ver como Schio cogía una ventaja de diez puntos al descanso para pasar a la esperanza con el inicio de la remontada y la euforia cuando se logró. Finalmente el disgusto y cierta resignación ante el acierto de Laksa aunque también un atisbo de fe ante la mejora que durante muchos minutos se le vio al equipo.
Una vez finalizado el duelo lo que llegó fue el susto al ver correr hacia la grada primero a las fisios y al médico de Perfumerías Avenida y, después, a los aficionados de Cruz Roja. Un aficionado se cayó por las escaleras cuando se marchaba del pabellón y se hizo una brecha en la cabeza por la que sangraba de forma clara.
Primero fue atendido en el lugar, y luego fue trasladado en camilla hasta la ambulancia para llevarle al centro médico y descartar cualquier problema tras el golpe.
