'Escape', la mirada surrealista de Rodrigo Cortés a "lo mal que estamos de la cabeza"

El director y guionista analiza su última obra, protagonizada por Mario Casas y Anna Castillo, en la que un hombre anhela entrar en prisión

Daniel Bajo Peña
Domingo, 29, Septiembre, 2024
CineCultura

El polifacético escritor, guionista, productor y director de cine Rodrigo Cortés ha presentado esta semana en el marco del Festival de cine de San Sebastián su séptimo largometraje, 'Escape', la historia carcelaria de un hombre que quiere huir, pero no de su celda, sino de la vida.

"Todos estamos bastante enfermos de la cabeza y la película no busca el realismo, lo puro, sino inventar un universo propio que respete sus códigos con verdad. Pero tratar de rodearlo de racionalidad habría sido, probablemente, destruirlo", considera el director, que opta por una vigorosa mirada surrealista, luminosa, a veces cómica, para mostrar a un hombre inestable, vencido por su dolor, que sólo quiere no tener que volver a tomar una sola decisión más en su vida.

"Por supuesto, eso no significa abandonar la verdad -comenta el director, nacido en Orense y criado en Salamanca, en una entrevista con EFE-, porque si todas esas pretendidas exageraciones las traspusiéramos a nuestro mundo, resultarían muy reconocibles con nuestras decisiones diarias".

La película, participada por RTVE y que se estrena en salas el próximo 31 de octubre, cuenta en secuencias que van in crescendo la relación de este hombre con la policía, con la judicatura, con la medicina, con las autoridades y con los métodos carcelarios, para acabar con sus compañeros de celda.

Después de 'El amor en su lugar' (2021), con la que ganó el Premio Feroz a la mejor dirección, Cortés adapta la novela del mismo título del murciano Enrique Rubio, de la que sólo ha conservado la premisa inicial.

"Era inadaptable, pero no podía dejar de pensar en ella, así que le pedí a Enrique que me dejara cambiarlo todo, de hecho -dice- el personaje es otro, los que le rodean, otros, los diálogos, también, pero su espíritu disruptivo y luminoso está".

 

El reparto

 

N. (impresionante Mario Casas en uno de sus trabajos físicos más potentes y entregados), es un hombre herido y roto tras la muerte de su mujer, de la que se acusa, y al que sus deseos de pagar por ello le llevan a contrariar la norma más básica de la vida humana y entregar su libertad.

"Siempre pensé en Mario para el papel, probablemente aquí haga cosas que nunca ha hecho en su carrera, pero lleva tiempo demostrando que es un gran actor, con muchas ganas de afrontar riesgos y de tomar decisiones valientes y se ha diluído con mucho compromiso en este personaje, llegando a zonas muy delicadas".

Aunque su hermana Abril (deliciosa Anna Castillo) le adora y le quiere ayudar, no encuentra cómo sacarle del círculo de autodestrucción obsesiva compulsiva en el que se mueve. Ella, pertinaz, es la única que aún ve en N. al hombre amable, enamorado, feliz e inteligente que fue antes del accidente.

"Hay un momento en el que Abril está pasando mucho miedo por él, y decide abrir la puerta de la vulnerabilidad, y sale la verdad más escondida. No quiere hacerle el falso favor de tratarle como si fuera tonto, ella sabe que lo que pasa es que se ha estropeado y quiere sacarle de ese dolor desde la luz y desde la practicidad. Y en un momento dado, también desde el terror de la verdad".

Tampoco su psiquiatra (Willy Toledo) sabe cómo encajar a ese paciente. Finalmente, aunque es la primera secuencia de la película, N. estrella su coche contra un escaparate: ahora sí, piensa, me tendrán que meter en la cárcel.

La película cuenta además con la producción ejecutiva de Martin Scorsese, y con un elenco no menos impresionante: de José Sacristán (espectacular juez capaz de transmitir a la vez una pena enorme por el reo y provocar carcajadas con sus deliberaciones) a Josep Maria Pou, pasando por Blanca Portillo, Juanjo Puigcorbé, David Lorente o Albert Pla.

"Ha sido como hacer la lista de los Reyes Magos, aceptaron en cadena, y era importante porque solo puedes abordar personajes tan delicados y limítrofes con gente de este talento", ha apuntado el ganador de un Goya por el montaje de 'Buried' (2011).
Ha aceptado que 'Escape' es un poco la 'cara B' de 'Buried'. "En aquella hay un hombre que quiere salir de una caja y aquí alguien quiere entrar en una caja", ha comentado riendo. "La posible reflexión es que solo sales de una caja para entrar en otra". 

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