Cruel desenlace para el Aula en Navarra, donde hirió, pero no remató a un Beti-Onak que creyó en sus posibilidades hasta el final y fue, precisamente, sobre la bocina cuando Almudena Gutiérrez puso en el marcador el empate a un partido en el que las pucelanas nunca fueron por debajo.
En un arranque tímido, las primeras en golpear fueron las discípulas de Salva Puig. El brazo ejecutor fue el de María O'Mullony, que castigaba desde la línea de nueve metros la portería de Olaia. Un primer parcial de 1-3 dejaba entrever la concentración de un Caja Rural Aula que el año pasado se vió sobrepasado sobre el mismo parqué y no quería una repetición de la jugada.
No sólo funcionaba el cañón de la zamorana, también la línea defensiva y el juego con los extremos, donde Amaia G. de Garibay e Inoa Lucio aportaban su grano de arena a la causa. Con toda la maquinaria engrasada, el Caja Rural Aula se talló una renta de cuatro goles (3-7) en la que se sentía cómodo para desplegar su juego con tranquilidad ante las navarras.
Las vallisoletanas supieron taponar la exclusión de Lorena Téllez y exprimir las consecutivas de Almudena Gutiérrez e Isabel Fernández-Agustí a su favor para continuar enviando los nervios al otro lado de la cancha, donde el Beti-Onak no encontraba argumentos para frenar al Caja Rural Aula. Argumentos que intentó encontrar Miguel Etxeberría en un tiempo muerto.
El buen repliegue defensivo pucelano le permitió no sufrir cuando más intentaban engancharse al partido las navarras, que desperdiciaban desde los siete metros tres bombonas de oxígeno para enchufarse al partido, dos de ellas explotadas por una magistral Carmen Sanz. Supo aguantar el Aula los momentos más incisivos de las navarras para llevarse al descanso un colchón de cuatro goles a su favor (10-14).
La segunda mitad comenzó con un Beti-Onak más certero en sus intenciones de volver a meterse en el partido y con el Caja Rural Aula dispuesto a dar continuidad a su imagen de equipo dominador. O'Mullony continuó con su guerra goleadora y a la causa se sumó Marcela Arounian que comenzó a encontrar un filón desde el pivote.
Supo capear, en primera instancia, el Aula los momentos más difíciles y mantener la renta a su favor, a pesar de las exclusiones y del momento de inspiración que vivía la portera navarra Olaia Luzuriaga. Sin embargo, las navarras, como hormigas fueron recolectando goles, igualando las despensas de ambos equipos con un parcial de 5-1 que igualaba el marcador (22-22) cuando el partido entraba en el último minuto.
En ese momento arrancó un intercambio de golpes, Arruabarrena neutralizó el gol de O'Mullony, mientras que el de Claudia Moreno fue sofocado por un gol desde el pivote de Almudena Gutiérrez. Un gol en el que hace falta ver la repetición varias veces para saber si el balón salió de la mano antes o después de que el crono sonara en el pabellón hermanos Indurain. Para la dupla no hubo duda y el gol subió al marcador instaurando el empate final y negando al Aula una victoria que trabajó durante todo el partido.