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Mario García Romo no pudo alcanzar el objetivo de llegar a las semifinales de los Juegos Olímpicos porque no consiguió estar entre los tres primeros a los que daba acceso la repesca de su prueba los 1.500 metros.
A la expecativa durante la carrera, metido en el corazón del grupo, el salmantino vigilaba a sus rivales en una carrera con muchos nervios proque era al todo o nada en una novedad en los Juegos como es la repesca.
El salmantino entró encerrado en la última vuelta, con algún toque que iba en su contra y situado en la quinta posición en la contrarrecta sin que pudiera responder en el cambio.
En la recta ya no tenía opciones y entró penúltimo del grupo.
El salmantino hablaba después de acabar la prueba para los micrófonos de Televisión Española: "Las sensaciones fueron buenas ayer pero hoy no, he salido con todas las ganas porque había entrenado muy bien y no sé qué ha faltado este año. Me he dejado la piel desde Tokio, he intentado mejorar año a año, son cosas que en deporte a veces no tienen sentido. Aunque mejores a veces los resultados no salen. La verdad que es un momento duro pero tengo que llevarlo con la mejor actitud posible, hay mucha gente apoyándome, mi hermano, mi novia están aquí y he sentido ese cariño. Es un momento duro y hay que superarlo y sé que tengo que hacer mejor trabajo el año que viene".
García Romo no cree que deba realizar cambios más allá de aprender del año. "Cambiar cosas no siempre es un acierto. Me reuniré con mi entrenador, veremos todos desde un punto de vista constructivo. Creo que he hecho lo necesario y simplemente los resultados no han acompañado y lo que quiero es pedir disculpas a la gente que me ha apoyado porque prometí un buen resultado y no ha sido así. He aprendido de mis errores más que de mis victorias y ojalá sirva para el año que viene".
En la segunda repesca también se quedaron fuera los otros dos españoles, Ignacio Fontes y Adel Meechal.