El calor funde a Ferrari, Mercedes vuela de nuevo? pero Max es mucho Max

Lunes, 23, Mayo, 2022

¿Dónde están los que decían que el GP de España es un gran premio aburrido, donde están? Otro fin de semana de Gran Circo otro fin de semana callando bocas. Empezó bien el fin de semana en cuanto a emoción con la estratosférica remontada en la qualy de Leclerc. El monegasco hacía las delicias de los espectadores cuando, tras un trompo en la chicane de las curvas 14 y 15 a falta de 5 minutos de Q3, volvía a boxes cambiaba neumáticos y hacía un tiempo brutal para pulverizar las marcas de sus rivales. La otra cara de la moneda un Carlos Sainz que ya el sábado demostraba que le sigue faltando algo para poder competir por subir al Olimpo de los Campeones del Mundo donde solo llegan los mejores. Pero Carlos es de los nuestros, y por ello confiábamos en que el madrileño nos daría razones para creer durante la carrera, enfín, la esperanza es lo último que se pierde. La sorpresa el sábado llegaba con el paso adelante e incremento de ritmo de los Mercedes, que parecen haber dado con la tecla gracias al nuevo fondo plano, como nos ha demostrado hoy un gran George Russell.

 

Se esperaban unas condiciones duras sobre el asfalto, pero lo que nos encontramos fue un infierno, con picos de 37 grados ambiente y 49 grados en el asfalto. Estas condiciones presagiaban un día duro para todos, si a eso le añades rachas de viento, tienes todos los ingredientes para el desastre y para la gloria. Nuestras esperanzas estaban depositadas en un Sainz que salía tercero, porque Alonso que estaba muy atrás, decidió que valía la pena salir último y cambiar motor. Mejor hoy que un día de Q3. Bajo estas condiciones africanas empezó el gran premio. Nada más apagarse las luces que indican el comienzo de la carrera, pifia de Carlos que perdía 2 posiciones instantáneamente y pasaba de tercero a jugarse la quinta posición con Hamilton. De esta pelea se intentó beneficiar Magnussen, lo que precipitó un toque entre el danés y el británico, que envió a ambos coches a boxes. Carlos respiraba aliviado. Arriba Charles Leclerc tras una fulgurante salida, poco a poco abría hueco con Max. Tras ellos, Russell se defendía con uñas y dientes de un Checo Pérez que acechaba su tercer puesto. Ajeno a todo esto, Alonso ya rodaba decimoquinto tras una masterclass marca de la casa de conducción en las primeras vueltas. La carrera parecía estabilizada con los de arriba a lo suyo y los pilotos de la zona media y baja peleando como viene siendo habitual, pero las salidas de pista primero de Sainz, por si no estuviera jodido ya, e inmediatamente después de Verstappen en la curva 4 habría nuevas posibilidades de carrera.Carlos metido en un lío, pues tenía que pegarse con los de la zona media con el coche dañado, como contó en la entrevista post-carrera. Mientras Verstappen se alejaba años luz de Leclerc tras su error reincorporandose a pista detrás de Russell y de su compañero Checo. Todo parecía un camino a la gloria para Leclerc que iba primero en solitario. Por su parte Russell se defendía de las embestidas primero de Checo y luego de Max (intercambiaron el lugar por ordenes de equipo). El de mercedes tengo entendido será nombrado ministro de defensa británico tras tan celebre actuación, aguantó a los Red Bull de la vuelta 13 a la 31 cuando Checo le pasó con neumáticos nuevos, esto ocurrió con Russell liderando la carrera después que Leclerc retirara el coche al término de la vuelta 27 debido a una súbita perdida de potencia. Tragedia griega para Ferrari: los Dioses no eran propicios. Los malos augurios se confirmaban. Hasta aquí llegó la resistencia de Russell, pues un endiablado Verstappen, con gomas blandas, casi tres segundos más rápido que el británico, despacho al de Mercedes en un plis plas.

 

En la zona media destacaban las remontadas de las viejas glorias. Hamilton y Alonso,  remontaban desde la última hasta la sexta y novena posición respectivamente, demostrando que la clase no se pierde, y que los viejos roqueros nunca mueren. Ojalá que gane Carlos, pero Fernando sigue siendo el mejor, me gustaría ver al asturiano con este Ferrari y no el tractor que le toco llevar en sus tiempos de rojo. Sainz por su parte estaba perdido en tierra de nadie oscilando entre la sexta y la cuarta posición dependiendo de cuando miraras la clasificación. Arriba y ante la indignación de cualquiera que ame las carreras, yo incluído, las ordenes de equipo dejaban camino libre a Max hacia una victoria sin resistencia deportiva. La resignación de Checo era obligada, donde hay patrón no manda marinero, pero como hemos escuchado por radio: “Luego vamos a tener que hablar”. Su cara en el podio lo decía todo. A falta de 5 vueltas el desastre de carrera de Sainz se volvía drama al perder la cuarta posición con un Hamilton que recordemos en la primera vuelta de esta carrera iba último y que habría retirado el coche de no ser por la fe de sus ingenieros- con este espíritu me parece que se acerca el ocaso de Lewis en este deporte-. Cuando todo parecía perdido para Sainz unos problemas de sobrecalentamiento de ambos Mercedes le auparon a la cuarta posición, pero no le dió tiempo para llegar a la tercera de Russell. La carrera acabó con nueva victoria de Max, Pérez segundo y Russell completando el podio. Maravillosa la actuación de los hombres de Red Bull, pero sobre todo apreciar lo que han hecho los conductores de Mercedes, sabiendo maximizar las mejoras introducidas en sus automóviles, y regalándonos momentos extraordinarios a lo largo del Gran Premio. Los españoles acabaron salvando el honor, con Sainz cuarto y Alonso remontando once puestos para acabar noveno y rascar unos puntitos que saben a gloria. El plan sigue siendo El Flan. Dadle ya un coche de verdad a este hombre y él os dará un campeonato, no se que más hace falta que haga Alonso para volver a un equipo competitivo. A lo mejor cobrar menos. Como premio a las agallas, el octavo puesto de Norris, después de vomitar antes de la salida y correr las 66 vueltas con fiebre, a eso se le llama…enfin, toma nota Carlos (aunque hoy tenías el coche tocado desde el principio).

 

Max nuevo líder, Red Bull nuevo líder en constructores, pero se avecinan tormentas internas en la escudería energética y ya veremos si el mejicano responde a la ordenes de equipo la próxima vez. Ferrari con los primeros problemas técnicos de la temporada, pero con una mejoría en el ritmo de carrera, no preocupa. Mercedes ya asoma los colmillos y que nadie los descarte para todo porque si consiguen llegar a la cima antes del verano, Russell está listo para morir en la pista. Veremos si la diosa fortuna favorece a Leclerc el próximo fin de semana cuando nos veamos para el hermoso GP de Mónaco. Ya estoy ansioso esperando la próxima carrera, la Formula 1 de esta nueva era es una permanente caja de sorpresas. 

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