Cuarta fecha del año y Ferrari es el coche de moda. La euforia alrededor de la escudería italiana solo crece, y la guinda que le falta al pastel es que Carlos Sainz rinda como su compañero. Aparte de eso, todo es color de rosa o de rossa. Leclerc, líder; Ferrari, líder en el mundial de constructores; y Red Bull, perdiendo muchos puntos por fiabilidad (ni que fueran Alpine), presagiaban un paseo triunfal de la escuadra del cavallino rampante ante sus tifosi en el GP de Emilia-Romaña. Pero la diosa fortuna tenía otros planes en mente.
Este Gran Premio era el primero de 2022 con carrera al sprint. La carrera al sprint es una carrera de 21 vueltas que se realiza el sábado, sustituye al método clásico de clasificación, y determina el orden de salida del domingo. La clasificación para esta carrerita del sábado tiene lugar el viernes. Un viernes que empezó con un tiempo de perros: llovió toda la mañana y los primeros libres fueron pasados por agua. Esto perjudicaba especialmente a los Ferrari cuyo coche rinde mejor en condiciones soleadas, como buenos mediterráneos que son los italianos. Para cuando llegó la Qually, había dejado de llover y el circuito proponía a los pilotos salir con blandos e ir a por todas. No llevábamos ni cinco minutos de Q1 cuando el ambiente se empezó a teñir de rojo, y no me refiero a los tifosi de Ferrari, sino a las banderas rojas. Una espectacular explosión del neumático trasero derecho del Williams de Alexander Albon propiciaba la primera bandera roja. En la reanudación al rojo siguió el amarillo gracias a un Nicolas Latifi que ya estaba haciendo de las suyas, trompeando de nuevo. No pasó nada más en la Q1 y pasamos a la Q2. Nada más empezar la Q2, volvió la amenaza de lluvia en forma de negros nubarrones, en un horizonte menos lejano de lo que nos esperábamos. Cinco minutos duró la Q2, porque ese fue el tiempo que duró el circuito seco. Cinco minutos en los cuales todos intentaron marcar sus tiempos, y que le bastaron a Sainz Jr. para estrellarse innecesariamente, pues ya había marcado un muy buen tiempo en dicha tanda. Además, de una bandera roja y de la lluvia, la Q2 también nos dejó la sorpresa de la eliminación de los dos Mercedes. Y así llegamos a las Q3, cargados de ilusión, con un Alonso que traía mejoras y mostraba buen ritmo, pues en su primer intento se puso quinto, pero otras dos banderas rojas por culpa de Bottas y Norris no le dejaron, ni a él ni al resto, mejorar ese primer intento de Q3. Por lo tanto, Alonso saldría quinto, mientras que la minipole se la llevaba Max Verstappen, aunque el Ferrari se antojaba superior, algo que deberían demostrar el sábado Leclerc y Sainz, este último con el handicap de tener que remontar desde la décima posición para tener opciones en la carrera del domingo.
El sábado amaneció con buen tiempo en Imola, con la promesa de una gran carrera, porque a mejor tiempo, mayor velocidad y menos accidentes. Si a las 16:30:00 empezó la carrera, Leclerc era líder a las 16:30:05, y a las 16:30:30 Zhou acababa en el muro y teníamos un safety car. Salieron como un rayo los Ferrari y tanto Leclerc como Carlos subían posiciones. Alonso salió mal y cayó a la séptima posición. Carlos iba ganando posiciones, Alonso bajando y Leclerc volaba en cabeza ante un Verstappen que nada podía hacer, o eso parecía. Cuando pensábamos que todo el pescado estaba vendido, Leclerc se quedó sin neumáticos y sufrió una drástica bajada de ritmo que permitió a Verstappen recortarle cinco segundos y adelantarle dramáticamente en la última vuelta. Verstappen quedaba primero, Leclerc segundo, Sainz cuarto y Alonso noveno. Bien Sainz, remontando; mal Fernando, retrocediendo. Y en esas posiciones saldrían el domingo en carrera. Volvió a llover y tocó montar neumáticos intermedios. Y así empezó la carrera. Gran salida de Max Verstappen y muy mala de los Ferrari, que perdían posiciones con los McLaren, que desde el viernes estaban demostrando buen ritmo en Ímola. Pero llegó la curva 3 de la primera vuelta y con ella una nueva catástrofe para los españoles: Ricciardo saca del circuito a Sainz y, como resultado de ese incidente, Mick Schumacher pierde la trasera y golpea a Alonso destrozándole el lateral y el fondo plano. Esto causa un safety, Sainz abandona y lo mismo hace Alonso al finalizar el safety y ver el ritmo nulo que tiene. Fin de la historia para nuestros pilotos antes de empezar. Quedaba por ver qué iba a ocurrir en la parte de arriba. Los Red Bull volaban en pista, pero a medida que se fue secando y tocó cambiar a neumático seco, Leclerc se encontró más cómodo y pareció venirse arriba, pero no le dio para pasar a Checo Pérez. El monegasco se acercó al mejicano, le atacó con todo pero no pudo con él, y vio como el de Red Bull se alejaba décima a décima… Pero un error de Pérez propició que esa ventaja desapareciera y, ya con permiso para el DRS, Leclerc volvió a optar a esa segunda plaza. Pero se juntaron el hambre con las ganas de comer y el de Ferrari tiró por la borda un tercer puesto seguro tras trompear en la curva 14, faltando ocho vueltas para el final. Tuvo que parar en boxes y pasó de tercero a noveno. Esas ocho vueltas solo le dieron para remontar hasta la sexta posición. Si quiere este campeonato, Leclerc debe entender cuándo puede ganar y cuándo no, y hoy esa tercera plaza era lo mejor a lo que podía optar. Mala decisión.
¿Qué pasa con Alpine?
Fin de gran premio y —¡ojo, Alpine!— Alonso tiene problemas con el coche.
Alpine no ha hecho un mal trabajo con el nuevo coche, pero necesitan pulir muchísimas cosas. Para empezar, antes de poder aspirar a lo que sea que quieran aspirar, habrá que acabar las carreras, y luego ya veremos. En cuatro carreras han tenido problemas de fiabilidad, cuatro de cuatro. Tres veces Fernando, una su compañero Ocón. Entiendo que el coche es nuevo, la unidad de potencia es nueva y todo lo que tú quieras, pero basta de excusas y que alguien nos explique por qué tras el golpe de Mick a Fernando, el pontón parecía de plástico reciclado del chino, y se ha roto como si nada. Da igual lo rápido que sea tu coche, Laurent Rossi, si no llega a la meta. A ver si es verdad que el coche es todo lo bueno que dices, y le dais a Fernando algo con lo que llegar a la meta. Gracias.
Dentro de dos semanas más y mejor, por primera vez en Miami, hora del gran circo en el país del showtime. Esperemos.