El Gobierno, a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha lamentado los actos de violencia ocurridos este viernes en la Explanada de las Mezquitas (Jerusalén), donde han resultado heridos al menos 90 palestinos, y ha pedido contener las agresiones y evitar la violencia y "cualquier forma de provocación".
"En este período especial de festividades religiosas, llamamos a todas las partes a la máxima contención, así como a evitar la violencia y cualquier forma de provocación, en especial en la Explanada de las Mezquitas, para permitir el culto en paz y dignidad", ha instado el Ejecutivo.
Los enfrentamientos entre palestinos y la Policía de Israel han estallado este viernes a primera hora, alrededor de las 6.30 horas (hora local). Ante estos actos, el Ministerio demanda preservar y respetar el 'estatus quo' histórico de los Santos Lugares de Jerusalén y ha subrayado la importancia del papel de Jordania a este respecto. "Seguimos comprometidos activamente a apoyar todos los esfuerzos en pro de una desescalada y recordamos la importancia de la solución de los dos Estados como base para alcanzar una paz justa, global y duradera", ha insistido.
La Policía israelí ha explicado en un comunicado que sobre las 4.00 horas (hora local) docenas de personas han marchado por la zona, ondeando banderas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Según la Policía, los manifestantes han comenzado a lanzar piedras y fuegos artificiales a los agentes israelíes y a apilar piedras y otros objetos para montar barricadas. Los agentes israelíes han asegurado que han esperado a que terminara el rezo de la mañana antes de dispersar a los manifestantes de la Explanada de las Mezquitas y, tras ellos, algunos palestinos se han atrincherado dentro de la mezquita de Al Aqsa, desde donde han lanzado más piedras. Según fuentes palestinas, la Policía israelí habría usado gases lacrimógenos.