La Unión Europea ha apuntado este miércoles a adoptar más sanciones contra el sector energético de Rusia y ha planteado medidas contra el petróleo después de vetar el carbón ruso en respuesta a la masacre de civiles en Bucha y otras localidades a las afueras de Kiev.
En un debate en el pleno del Parlamento Europeo centrado en la última reunión del Consejo Europeo, el presidente de dicha institución, Charles Michel, ha incidido en que después de la propuesta para cortar el suministro de carbón, las sanciones al petróleo y al gas "serán necesarias tarde o temprano" para romper con la dependencia de combustibles fósiles de Rusia.
"Esta guerra nos abre ojos ante necesidad de fomentar nuestra soberanía", ha recalcado el ex primer ministro belga, que ha enfatizado que los líderes europeos se han comprometido a reforzar la independencia alimentaria y energética.
Por su lado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha garantizado que el quinto paquete de sanciones propuesto este lunes, que incluye el embargo al carbón además de cerrar los puertos europeos a navíos rusos y más medias contra el sistema bancario, "no será el último".
"Prohibimos el carbón, pero tenemos que mirar también al petróleo y a la fuente de ingresos que tiene Rusia con el sector de los hidrocarburos", ha subrayado, anticipando más medidas relativas a la energía. "Este es el paso debemos darlo juntos", ha instado.
La jefa del Ejecutivo europeo se refiere así al debate en marcha en la UE sobre el alcance de las sanciones contra la energía rusa. Cualquier medida tendrá que sortear las reticencias de varios socios europeos, después de que Alemania y Austria hayan rechazado cortar de forma inmediata el gas ruso y Hungría haya amenazado con vetar cualquier embargo energético.
Igualmente, Von der Leyen ha apuntado al papel de China ante el conflicto en Ucrania, para subrayar que Pekín no puede evitar tomar partido cuando en el terreno se cometen masacres contra civiles. "Nadie puede ser neutral cuando enfrentamos una agresión así contra civiles", ha alertado.
En su intervención, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha defendido la respuesta europea a la invasión rusa, asegurando que supone llevar a la práctica los planes para disminuir la dependencia energética. "Hoy acabamos con el carbón, pero es una parte muy pequeña de la factura", ha apuntado Borrell, recordando que desde el inicio de la invasión rusa la UE ha pagado 35.000 millones de euros a Rusia por el suministro energético.
El jefe de la diplomacia comunitaria ha argumentado que la UE debe seguir armando a Ucrania, ya que la guerra no puede acabar a cualquier coste. "Si esta guerra se acaba con un país destruido, ocupado y neutralizado, con exiliados y miles de muertos, no queremos que se acabe así la guerra", ha subrayado.
Por ello, ha insistido en que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, necesita "menos aplausos y más ayuda" de Europa.